lunes, 19 de noviembre de 2018


Tic - Tac. Competencias digitales, el aula y yo.


Al leer respecto a las competencias digitales docentes comencé a reflexionar acerca de la formación que recibimos y que brindamos. La que se daba cuando yo era alumna y la que busco para mis estudiantes. Mis prejuicios y mis verdaderas capacidades y falencias. Como aprenderlas y como aplicarlas con un sentido pedagógico y didáctico.

Respecto al pasado recuerdo que el paso de escribir a máquina a usar un procesador de textos fue un gran avance para quienes nos estábamos formando, pero un gran bache para los docentes, que nos seguían pasando sus escritos en la vieja Olivetti.

Creo que lo mismo sucede hoy con las TIC. Los jóvenes las utilizan de manera natural y orgánica, mientras que los profes debemos estudiarlas, aprender a usarlas, investigarlas, tratar de parecer cancheros cuando las aplicamos frente a la clase y, sobre todo, utilizarlas adecuadamente, con un sentido, con una finalidad didáctica.

No obstante, el ejercicio de reflexión realizado me ha demostrado que, más allá de ciertas ideas prejuiciosas que podía tener, mis competencias no son tan bajas como pensaba. Con asombro he descubierto que mis falencias principales se centran en los aspectos vinculados a la programación y al uso frecuente de redes sociales, a las que no soy muy afecta por cuestiones vinculadas con mi idea de privacidad y de uso del tiempo, más que por su utilidad formativa.


De esta forma gratamente he descubierto que he ido incorporando a mi actividad como profe diferentes herramientas vinculadas con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, sin darme demasiada cuenta que lo estaba haciendo y tratando siempre que tengan un sentido.


Más allá de Prezi y Power Point, he utilizado diversas formas de mensajería on line; aulas virtuales varias; herramientas para la generación de videos, caricaturas y mapas mentales; herramientas para corregir y controlar cambios en documentos y herramientas para trabajar colaborativamente y compartir información.

También he descubierto que mis competencias vinculadas a la búsqueda, filtrado, evaluación crítica y almacenamiento de información no están mal y que en lo relativo a la creación de contenidos digitales apruebo.

Dada mi formación y las materias en las que desempeño mi función docente tengo conocimientos en lo relacionado a derechos de autor, patentes y copyright aunque, como dice el dicho “en casa de herrero, cuchillo de palo”, no he tenido la precaución de proteger mi propia producción.

Respecto a las TAC, es decir, a las tecnologías para el aprendizaje y el conocimiento, creo que resultan fundamentales para dar coherencia y senido al uso de las TIC. De nada sirve dominar las tecnologías si no se pueden usar de manera didáctica.

En definitiva, esta actividad reflexiva me ha ayudado a no ser tan dura conmigo misma respecto a mis capacidades y competencias y a darme cuenta de cuáles son mis verdaderas falencias. ¡A trabajar para solucionarlas, entonces!

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