domingo, 7 de abril de 2019

De la memorabilidad de una clase a la anticipación de un entorno virtual de aprendizaje. Un camino de conocimiento que lleva al recuerdo y a la reflexión.


Tener que identificar una clase memorable me llevó por un recorrido interno que transitó desde el presente más inmediato, hasta momentos dulces de mi infancia y adolescencia. Pasé de pensar en el contenido de las unidades que estoy abordando en estos días junto a los estudiantes, a traer al presente mis juegos "a la maestra", las listas de alumnos con nombres inventados escritos con la letra cursiva redonda y bien trazada de los ocho años, las "planificaciones" de tareas que copiaban aquellos cuadros que prolijamente con regla y escuadra veía hacer a mis maestras, las sensaciones que me quedaron de aquellos "profes" a quienes admiré durante mi paso por las aulas del secundario y la facultad y la maravillosa sensación de aquellas clases en que sentí que había sido "la mejor docente que podía y sabía ser".

Recuerdo aquellas sesiones en que compartir un tema con los estudiantes fue una verdadera experiencia pedagógica significativa porque incorporaron los nuevos conceptos y categorías de análisis con fluidez a su propio vocabulario, porque desarrollaron actividades que contribuyeron tanto a construir saberes como a generar verdaderos grupos de trabajo, porque lograron expresarse sin nervios, vergüenza o temor a equivocarse.

Y ahora, frente al desafío de buscar tales experiencias por medio de entornos virtuales de aprendizaje me encuentro igual de ilusionada y ansiosa que aquellas tardes en que sentaba a mis muñecas para enseñarles que "M" y "A" suenan "MA".

Resultado de imagen para niña jugando a la maestra dibujoEntiendo que este entorno debe combinar y organizar aquellos elementos necesarios para lograr procesos de enseñanza - aprendizaje eficaces y de calidad, lo que se consigue articulando los elementos materiales y aspectos subjetivos implicados en esta experiencia.

Así la instrucción se concibe no solo como un proceso sino como un sistema de procesos articulados e interrelacionados de análisis, diseño, producción, desarrollo y evaluación de competencias, contenidos, estrategias de enseñanza - aprendizaje y actividades evaluativas para facilitar la adquisición de conocimientos y habilidades.

Resultado de imagen para dibujo mujer computadoraEn este sentido es imprescindible desarrollar un adecuado análisis de los componentes de ese diseño instruccional, es decir, intentar conocer lo más fehacientemente posible a los estudiantes a los que va destinado; establecer claramente los resultados a los que se pretende arribar; identificar, secuenciar y organizar los contenidos oportunos y significativos; diseñar cuidadosamente las actividades a realizar; generar las tareas didácticas digitales que resulten apropiadas y motivantes; determinar las formas de comunicación; establecer los modos y criterios de evaluación que se adecuen al proceso desarrollado y ser cuidadosos y realistas en cuanto a los tiempos requeridos, los esfuerzos a realizar, los espacios en que todo se va a poner en práctica y la carga de trabajo que se va a proponer.

Por último, pero no por eso menos importante, es preciso tener en cuenta que la tutorización resulta central. Es el acompañamiento que se da a los estudiantes, la motivación que llega en momentos de duda o desesperación, la mano que se tiende para estar presentes a la distancia.

En fin, cuanto más lo pienso y lo estudio más recuerdo las planillas de planificación que realizaban mis maestras con sus biromes de trazo fino, su regla apoyada en la escuadra para dibujar líneas perfectas y sus ojos en nosotros, mirando más allá, pensando en lo que teníamos que aprender, en cómo lograrlo, en lo que nos iba a servir, en cómo nos íbamos a divertir...

Les dejo estos recuerdos y el link con la infografía, que resume, de manera actual, rápida y directa los conceptos que me llevaron del pasado al futuro.


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